Los productores de achira del departamento del Huila están llevando a cabo un ambicioso proyecto para expandir el cultivo de esta planta a nivel internacional, y así aumentar la producción de harina utilizada en la elaboración de los famosos bizcochos de achira.
Con un objetivo claro de poder llegar más allá de las fronteras nacionales y conquistar nuevos mercados internacionales, buscan también incentivar el cultivo de la achira, materia prima de los bizcochos que se originan en el departamento.
La elaboración de los bizcochos de achira es considerada un emblema importante de la gastronomía típica del Huila y se extiende a varios municipios de la región.
Ramón Monje Tovar, residente de la capital opita y comerciante de la empresa ‘El Embajador’, produce productos de bizcochería, en especial el bizcocho de achira y diferentes variedades como el pan de yuca tostado y el bizcocho de maíz, además de la harina de achira, la cual ya está en los supermercados. Siendo además la única empresa que tiene registro Invima en la harina de achira para el comercio.
El departamento tiene una gran ventaja con referencia a este tipo de cultivos, pues añade que se puede tener producción todos los meses, a diferencia de Nariño y Cundinamarca, que son los principales centros de importación de esta materia prima, y donde solo se da dos veces al año la achira.
Ramón Monje Tovar, quien lleva 25 años dedicado a la producción de bizcochos, estableció su propia empresa en 2007; dice que “una vez cosechados los rizomas de la planta de achira, que crecen bajo tierra de manera similar al jengibre, se procede a lavarlos, rallarlos y tamizarlos para eliminar impurezas y obtener la harina final”.
La harina de achira tiene múltiples usos, según explica Ramón Monje. Además de ser utilizada para la elaboración de bizcochos, se puede emplear como pegamento, al igual que se hacía antiguamente con el almidón de yuca. También se puede consumir como alimento, en forma de colada, ya que contiene fibra, fósforo y potasio, siendo beneficiosa para el crecimiento de los niños.
El proyecto liderado por Ramón Monje y otros productores no se limita a la venta local y nacional de achiras y harina, ya ha logrado vender bizcochos en Chile y Canadá y tiene como objetivo expandirse a otros mercados internacionales. Por esta razón, está etiquetando sus productos con marcas en idioma inglés.
“Estamos generando varios empleos directos e indirectos. Nuestra intención es comercializar la achira para tener existencias permanentes a buenos precios, sin depender de intermediarios, ya que la harina se puede almacenar durante varios años. Así, queremos beneficiar a productores y consumidores tanto dentro como fuera del país”, concluye Monje Tovar.