La etnia wayuu que se concentra mayormente en el departamento de la Guajira, ha vivido de sus tierras durante siglos, diferentes tipos de sequías devastadoras, lluvias erráticas y temperaturas extremadamente altas poniendo a prueba su capacidad para sobrevivir.
Por lo que niños indígenas wayuu revelaron cómo les afecta el cambio climático a través del lente fotográfico; un experimento realizado en el marco del Día de la Infancia y la Juventud en la Cumbre Climática de la COP28, que es la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que inició en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
Una piscina de agua seca. Baldes vacíos. El sol implacable… son solo algunas de las cosas en las que los niños del norte de Colombia decidieron centrarse cuando se les entregaron cámaras para capturar el cambio climático.
Las imágenes resultantes son un poderoso recordatorio de la necesidad de centrar las experiencias y los derechos de los niños en la acción climática. Con un sabio enfoque y su elección idiosincrásica de sujetos humanos y no humanos, son un portal único en la comunidad Wayuu, visto a través de los ojos de sus miembros más jóvenes.
Felipe Cortés, jefe de promoción de Save the Children en Colombia, dice que, “solo uno de cada diez niños wayuu tiene acceso a agua potable. Y en La Guajira, la tasa oficial de mortalidad infantil por malnutrición es seis veces superior a la media nacional”.
En el entorno árido de La Guajira, la crisis climática se manifiesta principalmente como una crisis hídrica. Tras años de sequía, los niveles de agua han alcanzado mínimos históricos. El agua disponible a menudo se toma de un ‘jagüey’, un acuífero natural que depende del agua de lluvia y se comparte con el ganado.
Ismael, otro de los niños que participó de la actividad, tomó una fotografía directa del sol. “Tomé una foto del sol porque hacía demasiado calor y eso es dañino para los árboles, y nos da sed”, dijo. “El calor nos da sed, y el estanque de ganado está lejos… a veces está vacío y necesitamos algo para beber.”
El agua —sobre todo la falta de ella— es un hilo común a través de las fotografías de los niños wayuu, lo que revela su preocupación con este recurso vital, que es cada vez más escaso a medida que aumentan las temperaturas globales.
Sus fotos cuentan una poderosa historia de fuerza y resiliencia, destacando la urgente necesidad de todos nosotros de proteger nuestro planeta y apoyar a los más afectados.