Se trata de la institución educativa municipal Montessori, sede San Francisco, en Pitalito, Huila, que ganó el Premio a la Mejor Escuela del Mundo en Acción Ambiental 2023 (World’s Best School Prize), gracias a sus iniciativas enfocadas en reutilizar los residuos de la producción de café.
Una institución educativa que no cuenta con biblioteca, internet y mucho menos con una sala para la reunión de profesores, ha sido reconocida a nivel mundial, superando a colegios de países como Emiratos Árabes Unidos, Filipinas, China, Argentina y Canadá.
Lo que sí es digno de resaltar es que con los bajos recursos que maneja el colegio colombiano, consiguió ganar más de 30 premios nacionales e internacionales y ha logrado obtener el premio de US$50.000. (Más o menos 200.525.000 millones de pesos colombianos) para crear un centro de investigación especializado en el tratamiento de los desechos sólidos y líquidos del café, llamado CafeLab, un innovador laboratorio inspirado en la naturaleza cafetera de las familias de sus estudiantes.
Recordemos que el Huila es una de las regiones que más produce café en el país. De hecho, se ha mantenido en el primer puesto al menos hasta 2022, según un informe de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia; y es también es importante dejar claro que estudiar en el lugar y obtener el diploma de bachillerato es todo un reto.
Ramón Majé Floriano, el director del proyecto en el colegio, señaló que cuando llegó, la institución no estaba afiliada ni practicaba el famoso método de educación italiana que actualmente se pone en práctica, sobre todo en colegios de clase alta.
“Aquí en Pitalito (en donde se encuentra San Francisco) 10.800 familias viven del café. El municipio tiene 21 hectáreas cultivadas con el grano y la producción alcanza poco más de las 220.000 cargas de pergamino seco al año”, añadió.
Lo que llevó al profesor a encontrar que detrás de esa producción de la taza de café de buena calidad hay un impacto ambiental del que no se habla en Colombia. “Se habla del mejor café del mundo, pero detrás de ese café hay un problema enorme de contaminación”, destacó.
Se dieron cuenta de que en toda la cadena de producción cafetera hay cinco tipos de residuos naturales que al desecharse contaminan y alteran el medio ambiente y los ecosistemas nativos y empezaron a trabajar utilizando estos desechos para darle un nuevo uso y no contaminar. Por eso el proyecto tiene varias líneas de acción en diversos temas ambientales, energías renovables, alimentación, materiales y recursos agrícolas.
Y de esta manera, la escuela rural de San Francisco se llenó de gente, con la visita de Aurora Vergara Figueroa, ministra de Educación, quien acompañada de periodistas de diferentes medios locales, nacionales e internacionales le llevaron la gran noticia, porque la plataforma global T4, con base en Londres, anunciaría a los ganadores del premio de educación, que entrega cada año en cuatro categorías distintas y la institución rural estaba entre los finalistas.