Gisela Tamar León Jerez, una joven de Riohacha, de 16 años, ha demostrado que, con esfuerzo y determinación, cualquier obstáculo se puede superar. Con un puntaje de 412 en las pruebas Saber 11, Gisela se ha ganado el respeto y admiración de su comunidad. Su historia es la de una joven que, a pesar de las limitaciones económicas y las adversidades, nunca renunció a su sueño de destacarse en sus estudios y ser un ejemplo de perseverancia.
Un sueño grande desde un hogar humilde
Gisela creció en el barrio San Martín de Porres, en la casa de su abuelo, en condiciones económicas difíciles y sin acceso a herramientas básicas de estudio, como un computador. Aun así, su empeño y su amor por el aprendizaje la llevaron a sobresalir en la institución educativa Chonkay, donde sus profesores fueron un pilar fundamental en su proceso. “Mis profesores siempre me apoyaron y creyeron en mí; ellos han sido una inspiración para seguir adelante”, cuenta con gratitud.
El apoyo de su padre: su mayor motor
Su padre, Fabián Antonio León, ha sido su mayor respaldo, apoyándola en sus clases y motivándola a seguir estudiando a pesar de las dificultades. Como vendedor de tinta y mototaxista, Fabián nunca dudó en esforzarse para que Gisela recibiera la educación que merecía. “Me siento increíblemente orgulloso de ella. Este es el mejor regalo que he recibido como padre”, expresa con emoción.
Sueños y metas que inspiran
Gisela quiere estudiar Ingeniería Química y sueña con ingresar a una universidad de prestigio. Su excelente puntaje le permite aplicar a una beca en la universidad de los Andes, lo que la acercaría a su meta. Sin embargo, los gastos de transporte, vivienda y alimentación son un reto, y necesita apoyo adicional para cumplir este gran sueño.
Una inspiración para Riohacha y La Guajira
Gisela es un claro ejemplo de que los sueños pueden cumplirse con perseverancia y apoyo familiar. Su historia invita a las autoridades, empresarios y comunidad de La Guajira a unirse y brindarle el respaldo necesario para que siga adelante. La alcaldía de Riohacha y la gobernación tienen una oportunidad invaluable de apoyar a una joven talentosa, y juntos, permitir que Gisela siga brillando y demostrando que la educación y el esfuerzo abren puertas a un futuro mejor.