Néstor “Palmira” Salazar el jugador que más camisetas vistió en el fútbol colombiano

Para muchos jugadores es difícil llegar a jugar en un equipo, ya sea por lo complicado que se hace llegar a ser profesional o la dificultad de ser traspasado constantemente. Néstor Salazar, o simplemente Palmira, como es mayormente conocido, no solo llegó a ser profesional y destacarse como un gran goleador, también logró el récord de ser el jugador que más camisetas ha vestido en el fútbol colombiano, en total 13.

Néstor Salazar tuvo puesta la camiseta de los equipos Cali, Cortuluá, América, Nacional, Junior, Centauros, Pereira, Quindío, Chicó, Pasto, Real Cartagena, Santa Fe e Itagüí. Inició su carrera en el Expreso Palmira F.C. en 1994, cuando debutó en la segunda división del fútbol colombiano. Allí empezó a demostrar el talento que tenía para inflar la red de los equipos adversarios; pero rápidamente cambió de equipo, intentándolo en el Atlético Bucaramanga y el Deportivo Cali sin mucha suerte. Fue en ese momento cuando llegó a Cortuluá y, en medio de suplencias, empezó a hacerse renombre como goleador y a llamar la atención de los grandes clubes del fútbol colombiano.

Después de hacer 38 goles en el equipo de Tuluá y de haber defendido sus colores durante tres años, en el 2000 el América de Cali lo presentó como gran refuerzo. Llegó a ser el delantero titular de los diablos rojos en una campaña donde no desentonó. Marcó 19 goles y fue importante para la consecución del título que el conjunto escarlata levantó en ese año. 

Su mayor sueño era jugar en el equipo Millonarios y estuvo a punto de hacerlo, pero influyeron los temas económicos nunca llegó a los embajadores y por consiguiente tuvo que dejar su mayor anhelo a un lado.

Orgulloso, no deja de presumir su ostentoso récord al ser el jugador que más camisetas ha vestido en el fútbol colombiano y uno de los futbolistas cafeteros que jugó en más equipos en toda su carrera. En varias entrevistas ha afirmado que sus constantes cambios de colores no se debían a una vida desordenada ni mucho menos, solo a que, así como hay jugadores que sueñan con jugar en un mismo club durante toda su vida, él siempre quiso explorar nuevos rumbos y tocar la gloria con distintos clubes.

En el año 2011 “Palmira” se retira de las canchas y se radica nuevamente en su ciudad de origen, Palmira, ciudad que se convirtió en su apodo, donde le sigue aportando al desarrollo de jóvenes promesas del futbol colombianos con una escuela que es de su propiedad.

 

 

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