Un hospital de Nueva York logró por primera vez trasplantar un ojo entero, media cara incluida, a un paciente de 46 años que había sufrido un grave accidente laboral en el que perdió su nariz, boca y el brazo izquierdo.
El trasplante, que se realizó el pasado mes de mayo, donde se vieron involucrados un equipo médico de cerca de 140 cirujanos, enfermeros y otros sanitarios, y duró aproximadamente 21 horas, según explicó la institución, NYU Langone Health, en un comunicado.
Aarón James, un hombre estadounidense de 46 años, sobrevivió a una descarga eléctrica de 7.200 voltios en junio de 2021. Sin embargo, como consecuencia del incidente, sufrió lesiones graves que incluyeron la pérdida del ojo izquierdo, el brazo izquierdo por encima del codo (dominante), la nariz, los labios, los dientes frontales, así como la zona de la mejilla izquierda y la barbilla.
Durante esas operaciones, los cirujanos decidieron cortar el nervio óptico tan cerca como fuera posible del globo ocular para que el paciente tuviera más opciones en el futuro, lo que acabó permitiendo el trasplante ocular.
Aunque de momento no se sabe si recuperará también la vista en el ojo trasplantado, el nuevo órgano “ha mostrado signos de salud extraordinarios, incluido el flujo directo de sangre a la retina”, explicó NYU Langone.
Es el primer intento de utilizar células madre en un nervio óptico para tratar de estimular la regeneración. La operación demuestra que es posible realizar este tipo de intervenciones, pero todavía está por ver si tendrá efectos positivos en la restauración de la visión, o solo cosméticos.
“Estoy muy agradecido con el donante y su familia, que me han dado una segunda oportunidad de vivir en un momento de gran dificultad. Espero que la familia encuentre consuelo sabiendo que parte del donante vive conmigo”, expresó James.
Lograr el objetivo de recuperar la vista podría implicar la aplicación de otros enfoques de vanguardia, como la terapia génica para aprovechar la capacidad intrínseca del nervio óptico para curarse, el uso de un dispositivo llamado envoltura nerviosa para proteger el tejido o el uso de dispositivos que capten señales y eviten la vía dañada.