Los índices de miopía están creciendo a una velocidad alarmante en todo el mundo, una tendencia que preocupa a expertos en salud ocular. Según la Asociación Americana de Optometría (AAO), en los últimos 40 años, los diagnósticos de miopía han aumentado más de un 25%. Lo más preocupante es que el Instituto Nacional del Ojo de EE. UU. prevé que para 2050, casi la mitad de la población mundial será miope, lo que ha llevado a muchos a referirse a esta tendencia como una “epidemia de miopía”.
Marc Mathias, profesor asociado de oftalmología en la Universidad de Colorado, explica que el fenómeno es tan grave que ya se le ha comenzado a llamar una “epidemia”. Los niños son el grupo más afectado, y se cree que uno de los factores principales es la falta de tiempo al aire libre. En 2022, solo el 27% de los niños jugaban regularmente al aire libre, un número mucho menor que el 80% de adolescentes que lo hacían hace dos generaciones.
El informe de las Academias Nacionales de Ciencias de Estados Unidos de 2024 destaca la importancia de que los padres fomenten que sus hijos pasen más tiempo en la naturaleza. “Estudios previos han demostrado que pasar tiempo al aire libre puede proteger contra el desarrollo y la progresión de la miopía”, asegura Terri Young, oftalmóloga pediátrica y coautora del informe.

Miopía: un problema serio para la salud ocular
La miopía ocurre cuando la forma del ojo se alarga, lo que provoca que los objetos lejanos se vean borrosos. Este alargamiento no puede revertirse y, además de la incomodidad de usar gafas o lentes de contacto, puede aumentar el riesgo de padecer serias enfermedades oculares como glaucoma, cataratas prematuras y desprendimiento de retina, según Laura Di Meglio, profesora de oftalmología en la Universidad Johns Hopkins.
La miopía también puede afectar la vida cotidiana de quienes la padecen, reduciendo el rendimiento escolar y laboral, afectando la seguridad al volante e incluso disminuyendo la confianza de las personas en su capacidad para realizar actividades deportivas.

El poder de la luz solar y el tiempo al aire libre
Exponerse al sol es crucial para la salud ocular, especialmente en los niños. La luz solar desencadena la liberación de dopamina, un neurotransmisor que regula el crecimiento del ojo y evita su alargamiento excesivo. Además, la luz solar favorece la producción de vitamina D, que fortalece los tejidos oculares y reduce la inflamación. De hecho, varios estudios demuestran que una mayor exposición a la luz solar está asociada con menores tasas de miopía en los niños.
Chase Ludwig, cirujano del Instituto Oftalmológico Byers de la Universidad de Stanford, explica que el tiempo al aire libre también mejora la capacidad del ojo para adaptarse a diferentes condiciones de luz, lo que refuerza la salud ocular.

Factores adicionales: pantallas y predisposición genética
Otro factor que ha contribuido al aumento de la miopía es el excesivo tiempo frente a las pantallas. La falta de actividades de larga distancia, como mirar al horizonte, debilita los músculos oculares. Además, las emisiones de luz azul de los dispositivos electrónicos podrían desempeñar un papel importante en este fenómeno. La Organización Mundial de la Salud recomienda limitar el uso de pantallas en niños menores de dos años y restringir su tiempo frente a las pantallas en los niños de 2 a 5 años a una hora diaria.
Aunque la genética también puede influir, los expertos aseguran que la predisposición genética representa menos del 10% de la variabilidad de la miopía.

Recomendaciones para reducir el riesgo de miopía
El informe de las Academias Nacionales de Ciencias sugiere aumentar el tiempo que los niños pasan al aire libre, recomendando al menos una hora diaria de actividad al aire libre para reducir el riesgo de miopía en un 45%. Además, realizar pausas cada 20 minutos durante el uso de pantallas con la regla 20-20-20 (mirar algo a 6 metros de distancia durante 20 segundos) y mantener una distancia adecuada de las pantallas puede ser clave para prevenir la fatiga ocular.
Aunque no existe una solución garantizada para evitar la miopía, aumentar el tiempo al aire libre y seguir estos hábitos puede ayudar a mitigar el riesgo y prevenir complicaciones graves en el futuro.