El crecimiento poblacional y los cambios demográficos han generado diferentes hábitos que implican un mayor uso de recursos. Entendiendo los impactos que pueden tener los envases y empaques en los ecosistemas, algunas compañías vienen creando modelos más eficientes y competitivos como lo es la economía circular.
En la transformación de los envases de PET, Enka compañía colombina, encontró la senda de la rentabilidad y se afianzó como una compañía centrada en la sostenibilidad. alrededor de 60 años se encuentran en el mercado, evolucionando y transformándose como pilar fundamental de su estrategia, desarrollando un modelo de negocio más allá de ser rentable, aportando desarrollo y así generando valor a toda la sociedad.
Álvaro Hincapié, presidente de la empresa Enka, expreso que “Aprovechando nuestras fortalezas en procesos de alta ingeniería e innovación y experiencia y conocimiento del mercado, encontramos una gran oportunidad donde la mayoría ve simplemente basura, e incursionamos en el reciclaje de botellas de PET, el material de empaque más amigable con el medio ambiente, debido a que por sus características se pueden producir envases con resina 100 por ciento reciclada y se puede reciclar infinitas veces. Asimismo, al compararlo con otras alternativas tiene menor huella de carbono, pues requiere menor consumo de energía para su transformación, uso y reciclaje”.
El papel de los consumidores es esencial para la transición hacia una economía sustentable debido a que está en sus manos el que los materiales puedan volver a ingresar a su ciclo de aprovechamiento y así reducir el impacto ambiental que generan nuestros hábitos de consumo. Por eso, una cultura de separación en la fuente es fundamental en la cadena de reciclaje y marca la diferencia frente a la transformación de estos residuos.
La empresa dispone de una plataforma de captación de botellas pos consumo con presencia en 30 departamentos y más de 900 municipios, la cual, a su vez, beneficia a más de 100.000 recicladores, a quienes acompañan en la dignificación de su rol, impactando sus vidas y las de sus familias. En asocio con las principales embotelladoras del país, como Coca-Cola, se ejecuta el modelo de economía circular denominado “Reciclave” en San Andrés y Providencia, Santander, Bogotá y Córdoba, en Montería, Cereté y Ciénaga de Oro.