Gracias a la labor de monitoreo adelantado por el equipo de biólogos y veterinarios de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, -Corpamag-, el Acuario El Rodadero, la Fundación CIM Caribe; y el cuidado permanente de un pescador y su familia, recientemente se dio el nacimiento, en las playas de Mendihuaca, de 42 Tortugas Laúd o canal (Dermochelys Coriácea).
Estas especiales, hacen parte de los 110 huevos que, en el mes de mayo, fueron desovados en estas playas por una tortuga de esta especie y reubicados por un grupo de profesionales del Centro de Rescate de Fauna Marina.
Esta es sin duda una gran noticia para el ecosistema marino, teniendo en cuenta que es una especie que se encuentra en peligro de extinción y sus poblaciones han disminuido drásticamente a lo largo del tiempo. Es importante destacar la labor realizada por los pescadores de la zona, en especial la del señor Sabas Villa y su familia quienes cuidaron el nido hasta el nacimiento de las tortugas.
Las 42 ‘tortuguitas’ son el resultado de la eclosión de los huevos que fueron protegidos, pero se espera que en los próximos días se den más nacimientos, teniendo en cuenta que su tiempo máximo de incubación es de 60 días.
¿Cuál es la importancia de estas tortugas?
Las tortugas Laúd son las más grandes de la Tierra, crecen hasta dos metros de largo y superan los 907 kilos. Estos reptiles son los únicos representantes que quedan de una familia de tortugas cuyas raíces evolutivas se remontan a más de 100 millones de años
Su contribución en la función ecológica es muy amplia, es especialista en comer agua mala, medusas y todos los organismos coloniales que tienen grandes tentáculos y que producen grandes afectaciones a los seres humanos.
Sus principales amenazas son la pesca incidental, el saqueo de sus huevos y la pérdida de su hábitat, al destinar algunas de sus principales playas de anidación para fines turísticos y urbanísticos.