La naturaleza nos sigue sorprendiendo y trayendo esperanza en medio de todo. En esta oportunidad noventa neonatos de babillas, eclosionaron esta semana en el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena –Corpamag-.
Los animales hacen parte de los 1.074 huevos rescatados del tráfico ilegal, el pasado mes de agosto, por la Policía del departamento del Magdalena, en el municipio de El Piñón.
Tras su entrega al Centro de Fauna, se inició su proceso de incubación, el cual consta de una estructura con hojarasca, sustrato de arena y piedra, condiciones donde las babillas hacen sus nidos normalmente y les proporciona calor.
Durante este mes, los huevos permanecieron cubiertos con estos materiales, protegidos de depredadores y se mantuvieron bajo humedad y temperatura controlada.
Poco a poco van a eclosionar
Los huevos tenían un grado de madurez amplio. Demorando sólo un mes para el nacimiento de las primeras nidadas. Y, al emitir su sonido característico, los biólogos y veterinarios, realizaron la tarea de sacarlos poco a poco.
De acuerdo con Walberto Naranjo, veterinario del centro Fauna de Corpamag, “lo que hacemos en ese momento, es hacerles una desinfección pequeña en el ombligo y luego los llevamos a un espacio, que simula el ambiente con lo que se van a encontrar en el medio natural”.
“Las babillas desde pequeña están acostumbradas a valerse por sí misma y se alimentan de renacuajos, insectos, invertebrados pequeños, por lo que una vez estén más desarrolladas las liberaremos en su hábitat”, afirmó Naranjo.
Estos animales se encuentran actualmente en amenaza, ya que son cazados para vender de manera ilegal su piel, su grasa, su carne y trafican sus huevos, colocando en peligro a la especie.