Aunque es una tradición católica profundamente arraigada que precede a la celebración del nacimiento de Jesús en la Nochebuena, también es conocida como Novena de Navidad o Novena de Aguinaldos en algunos lugares de Colombia.
Es una celebración en sí, que comienza nueve días antes de la Navidad, es decir, el 16 de diciembre y se celebra gracias al Fray Fernando de Jesús Larrea, quien fue un misionero ecuatoriano que hace tres siglos escribió las oraciones conocidas como la Novena de Aguinaldos.
Más allá de su dimensión espiritual, se transforma en una oportunidad para el compartir y la convivencia. La mesa se llena con los sabores típicos de la temporada, natilla, buñuelos, galletas y arroz con leche, creando una atmósfera de tradición y sabor que une a las personas en torno a la celebración.
Países como Ecuador y Venezuela, realizan sagradamente las novenas y se suman a la práctica de rezarla con sus propias variantes y delicias culinarias autóctonas, manteniendo la costumbre entre sus hogares, rodeamos de familia, amigos y vecinos. Para celebrar este ritual católico se necesitan apenas dos cosas, un pesebre y un novenario.
La novena, además de ser un recordatorio de la espera del nacimiento de Jesús, cada día de la novena aborda un tema específico que ilustra aspectos clave de la historia de la Natividad y destaca virtudes como la esperanza, la fe, la alegría y la paz.
Primer día (inicia el 16 de diciembre) la anunciación a María; segundo día: el viaje de María y José a Belén; tercer día: la Posada; cuarto día: la anunciación a los pastores; quinto día: la adoración de los pastores; sexto día: La adoración de los reyes magos; séptimo día: La presentación en el templo; octavo día: María, madre de la esperanza Y noveno día: (24 de diciembre) la Nochebuena – El nacimiento de Jesús. Además de entrega de juguetes a los niños que participaron de las novenas y comida navideña a los adultos.