Una patente, es decir, el derecho exclusivo que se le otorga al creador o inventor de un producto o servicio, le fue concedida al bogotano Alberto Enrique García Torres, cardiólogo pediatra de la Fundación Cardioinfantil, nada menos que por la Oficina de Patentes y Marcas Registradas (USPTO) de Estados Unidos.
Se trata del ‘Horseshoe-shaped guide catheter and procedure for ductus arteriosus angioplasty in newborn and infant patients’ o catéter guía en forma de herradura y procedimiento para la angioplastia del conducto arterioso en pacientes recién nacidos y lactantes (en español), mismo al que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de Colombia le otorgó una patente de invención, a través de la Resolución 17360 del 28 de mayo de 2019.
El conducto arterioso es un vaso sanguíneo que conecta la arteria pulmonar con la aorta en el feto y que se cierra después del nacimiento. Sin embargo, en algunos casos, el conducto permanece abierto y causa problemas de circulación.
La angioplastia es una técnica que consiste en introducir un catéter en los vasos sanguíneos para abrir el conducto arterioso y permitir el flujo sanguíneo adecuado a los pulmones. El catéter en forma de herradura diseñado por el doctor García Torres tiene varias ventajas sobre los existentes, ya que se adapta mejor a la forma y el tamaño del conducto arterioso y facilita su acceso y enganche.
El catéter en herradura es el resultado de un proyecto que inició en 2016 con la colaboración del grupo de Ingeniería Biomédica Andes de la Universidad de los Andes y el apoyo financiero de Min ciencias. El doctor García Torres se inspiró en un caso que atendió en 2006, cuando le colocó un stent a una niña recién nacida con un catéter modificado. La niña actualmente está terminando su último año de bachillerato y lleva una vida normal.
Este invento no solo demuestra la capacidad de innovación y el avance en el área de la ingeniería biomédica que ha tenido Colombia en los últimos años, sino que también abre una luz de esperanza para los bebés con problemas cardíacos que necesitan una intervención rápida y segura.
“La idea de un catéter diseñado específicamente para entrar en el arterioso de un recién nacido surgió hacia el año 2006, cuando le pusimos un stent a una niña recién nacida. En ese entonces utilizamos un catéter modificado para hacer el procedimiento. Por fortuna, la niña actualmente está terminando su último año de bachillerato y sigue una vida normal”, explica el doctor García.
Por el momento, el catéter guía en forma de herradura es un adelanto que ayuda a que los recién nacidos con este tipo de defectos cardíacos congénitos reciban la mejor opción del manejo mínimamente invasivo para sus problemas cardíacos.