Muchos eran los rumores sobre una posible separación entre la actriz de Hollywood, la barranquillera Sofia Vergara y su esposo el estadounidense, Joe Manganiello, tomaran cada vez más fuerza.
La información se conoció a través del medio digital Page Six que en sus redes sociales, dice que la barranquillera habría tomado la decisión de separarse definitivamente del actor estadounidense, por motivos hasta ahora desconocidos.

“Hemos tomado la difícil decisión de divorciarnos. Como dos personas que se aman y se preocupan mucho, pedimos cortésmente que se respete nuestra privacidad en este momento mientras navegamos por esta nueva fase de nuestras vidas”, rezaba el comunicado que al parecer, compartieron las celebridades a través de dicho medio.
La barranquillera se unió bajo el sagrado vínculo del matrimonio con Manganiello en el año 2015, luego de terminar una tormentosa relación con el empresario Nick Loeb, con quien tuvo que enfrentar una disputa legal por la custodia de sus dos hijos.
El primer divorcio de la actriz de Hollywood, hace más de 20 años con José González, padre de su hijo Manolo González-Ripoll Vergara, la actriz barranquillera la atraviesa nuevamente una separación, que seguramente la desestabiliza emocional y psicológica.

Los detalles que se notaron que las cosas no estaban bien, fue que Manganiello no habría estado en el cumpleaños de su esposa y solo le habría dedicado unas pocas tenue palabras en un post de Instagram a quien fuera su amor. ‘Feliz cumpleaños, Sofía’, escribió el actor, acompañado el texto con una imagen de su esposa.
Ahora se conoció que pusieron en venta la lujosa mansión que tenían en Beverly Hills, contaba con más de siete habitaciones y estaba avaluada en más de 18 millones de dólares, la cual fue comprada tras contraer matrimonio en 2015, y fue por todos estos años, hogar de las dos celebridades.
La situación se notó aún más cuando la actriz en su viaje a Italia, donde se le vio en compañía de algunas amigas. En sus redes, la barranquillera subió algunas imágenes en donde se observa solitaria y con una mirada un poco triste.