En el centro de Riohacha, donde late la historia y el movimiento diario de la gente, el Parque Almirante Padilla volvió a respirar limpio. Desde temprano, funcionarios de la Alcaldía, ediles, comerciantes y vecinos del sector se dieron cita para participar en una nueva jornada de limpieza liderada por el secretario General, Julio Maya Márquez, bajo las directrices del alcalde Genaro Redondo Choles.
Pero más allá de una actividad rutinaria, lo que ocurrió en el parque fue una muestra de liderazgo y compromiso ciudadano. Las edilesas Mariella Arismendy y Míriam Cotes acompañaron la jornada hombro a hombro, recordando que la limpieza del espacio público no es solo tarea institucional, sino una responsabilidad compartida.
“Nos alegra que la Administración nos convoque y que lo haga las veces que sea necesario porque la ciudadanía debe ver estas acciones para que cuide los parques. Este es el sitio con el mayor número de canecas y la gente sigue arrojando las basuras en el suelo y en las jardineras. Con el parque limpio, seguramente cambian de actitud”, dijo Mariella Arismendy
Entre el sonido de las escobas, las risas de los vecinos y el olor a tierra húmeda, quedó claro que cuando la comunidad se organiza, el cambio se nota. El parque, afectado por la acumulación de residuos y las aves migratorias, recuperó su color y su dignidad, aunque persisten los retos de mantenerlo en buen estado.
El secretario General, Julio Maya, aseguró que las brigadas continuarán y que ya se adelantan gestiones junto a CorpoGuajira y la dirección de Medio Ambiente para mitigar el impacto de las aves sin afectar el ecosistema.
La jornada también contó con el apoyo del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, Aqualia, Lidertec, y la Secretaría de Desarrollo Social, así como de comerciantes que se sumaron voluntariamente.
Al caer la tarde, el Parque Padilla volvió a verse distinto. Más limpio, más vivo, más nuestro. Y aunque la tarea es de todos los días, lo cierto es que la labor de estos líderes y ciudadanos no pasó desapercibida. Su ejemplo dejó claro que cuando el compromiso se combina con la voluntad, Riohacha puede brillar, incluso después de la escoba.

