Gracias a su proyecto “Asociación entre la infección por entero parásitos y la composición de la microbiota intestinal en escolares de la institución etnoeducativa e Internado Zharneka de La Guajira”, Yulieth Alexandra Upegui, fue destacada durante la versión 25 del premio “Para las Mujeres en la Ciencia”, que se llevó a cabo en el hotel W de la ciudad de Bogotá.
Esta paisa, de 34 años de edad, quien trabaja con la comunidad indígena wiwa, pretende realizar el estudio de la microbiota y los parásitos intestinales para relacionarlos con el estado nutricional, buscando estrategias que mejoren la microbiota desde la nutrición.
Además de recibir el premio, también se destacó el trabajo de más mujeres científicas del país. Alexandra se ganó 39 millones de pesos para sacar adelante su proyecto de investigación, por primera vez, como autora principal, enfocado en su trabajo con la comunidad indígena wiwas en La Guajira.
Su trabajo desarrollado en más de 300 niños y jóvenes, entre 6 a 22 años de la Institución Educativa Zharneka, espera educar a la población, junto a estudiantes de la Unal, sobre el riesgo de contraer parásitos por el consumo de agua no potable y métodos eficientes para protegerse. Además, también están brindándoles tratamientos médicos antiparasitarios a modo de prevención.
La microbióloga visitó a la comunidad indígena en septiembre de este año, donde pudo extraer muestras para estudiar las poblaciones bacterianas que tienen estos niños y jóvenes indígenas.
“Son diversos parásitos los que pueden habitar en estas aguas y si los consumen, los niños y jóvenes pueden presentar síndromes diarreicos agudos y crónicos que causan deshidratación y, en casos extremos, la muerte. Con lo que me gané, vamos a continuar visitando a la población, educándolos en estos temas, secuenciar las muestras para conocer las poblaciones bacterianas y hacer los análisis de la materia fecal y de sangre para saber cómo es la situación de parásitos en la población”, contó Yulieth Alexandra.
Lo que ella pretende con este proyecto es lograr una soberanía sanitaria que se traduce en modificar hábitos de vida insanos por otros que puedan ayudar a disminuir ciertos riesgos. Por ejemplo, que las personas comiencen a tomar medidas de precaución como filtrar el agua o hervirla antes de tomarla. Quiere lograr que esta población se autogestione a partir de su propio conocimiento.
Esta joven colombiana también contribuyó en el desarrollo de un medicamento para tratar la leishmaniasis cutánea, considerada una enfermedad desatendida en el mundo y que afecta al 80 % de las personas provenientes de área rural en Colombia, según datos de 2022 del Instituto Nacional de Salud. El medicamento que ya está en fase clínica se llama Cromaleish y funciona como un ungüento para el tratamiento tópico de la leishmaniosis cutánea.
Su contribución en la creación de este medicamento estuvo ligado a su tesis doctoral, que consistió en determinar el modo de la saponina y un derivado de cromano en la presentación farmacéutica. Lo que ella encontró es que estos dos activos en conjunto eliminan al parásito mediante estrés oxidativo y el aumento de la respuesta inmune del paciente con este diagnóstico.
De este trabajo, y de la ciencia general en Colombia, descubrió que en el país hay gente talentosa, sin embargo, admite que los principales problemas actuales para los científicos son el económico y falta de plazas para que el talento local no migre hacia otros países donde ofrecen mejores oportunidades.