En zona rural del departamento del Santander, donde la llegada de la tecnología y nuevos conocimientos ha sido un desafío debido a la compleja geografía, surge un proyecto único que está dejando una huella profunda en la vida de los niños y sembrando en ellos la importancia de proteger el medio ambiente.
Se trata de ‘Rana Chiva’ es una chiva turística sacada de la imaginación, como un aula ambulante, ha recorrido más de 7.000 kilómetros a través del territorio nacional, inspirando a más de 7 mil niños y jóvenes en edad escolar sobre la conservación de la fauna y la flora.
“El día que vino la chiva, pudimos disfrutar de diferentes especies, había algunas que no habíamos visto por acá y en la ‘Rana Chiva’ nos las enseñaron” puntualizó la estudiante Silvana Plata.
Con los colores de la bandera colombiana, figuras de plantas y animales autóctonos, la ‘Rana Chiva’ ha llegado a los rincones más apartados de Santander.
A lo largo de su travesía, ha visitado 50 instituciones educativas en 14 municipios, transmitiendo un mensaje crucial sobre la conservación de tres especies en peligro de extinción endémicas del oriente colombiano: la Rana de Lynch (Hyloscirtus lynchi), el ave Chango de Montaña (Macroagelaius subalaris) y el Roble Colombiano (Quercus humboldtii).
De las 18 mil personas que han tenido la oportunidad de embarcarse en la chiva, cerca de 7 mil estudiantes han disfrutado de actividades lúdicas, sensoriales y artísticas. Estas actividades incluyen juegos, concursos, entrega de material educativo y talleres centrados en el dibujo y el reconocimiento de la biodiversidad.
Sin embargo, ha extendido su impacto a municipios de Antioquia y Caldas, llevando su mensaje de conservación a nuevas audiencias. La importancia de esta iniciativa se refleja en el impacto positivo que ha tenido en la conciencia ambiental y la educación de los jóvenes en zonas rurales, donde la conexión con la tecnología y el acceso a nuevos conocimientos pueden ser limitados.
Uno de los hechos más significativos durante esta travesía fue el redescubrimiento de la Rana de Lynch, que había sido declarada extinta durante 36 años debido a la deforestación y la pérdida de su hábitat. Este descubrimiento atrajo la atención de organizaciones a nivel mundial, incluyendo el The Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund (MBZ) de los Emiratos Árabes Unidos, que se unió al proyecto de conservación liderado por la Fundación ProAves Colombia.