El tradicional dulce de guayaba, es un producto emblemático de Colombia, también conocido como ‘bocadillo veleño’ es originario del municipio de Vélez, Santander, donde por más de un siglo sus habitantes han encontrado en la fabricación de este comestible una fuente de ingreso.
En la actualidad más de siete mil personas viven de esta delicia que ha conquistado los paladares de propios y extranjeros. Tanto que fue incluido por la Unión Europea en el listado de indicaciones geográficas para productos agrícolas y alimentos de alta calidad de Latinoamérica. Asimismo, este dulce cuenta con Denominación de Origen Protegida y es considerado Patrimonio Gastronómico de Colombia.
La preparación de este manjar ha subsistido desde la época colonial, conocimiento ancestral que ha pasado de generación en generación y que hoy en día trasciende fronteras, conquista los mercados internacionales y se ha hecho merecedor de reconocimientos dentro y fuera de Colombia.
El bocadillo veleño es un producto 100% colombiano, sigue siendo considerada como una tradición artesanal, pero bien sabe muy bien comiéndolo solo, también se puede acompañar de queso costeño. Algunos paquetes ya vienen con los dos productos y la experiencia de sabores en la boca es de otro mundo.
El proceso productivo, indicado por Asoveleños, consiste en la selección de guayabas de alta calidad, despulpado de la fruta, adición de azúcar, evaporación del excedente de agua, moldeo, enfriamiento, corte y empaquetado.
En definitiva, el bocadillo veleño es mucho más que un dulce, es un conglomerado, de amor, tradición, conocimiento ancestral y fuente de ingreso para miles de familias.