El Viche es una bebida ancestral del Pacífico nariñense que se ha transmitido de generación en generación. Para la elaboración de este producto se contemplan varios procesos como el corte de la caña, cargue, filtrado, fermentación, destilado, captación, y finalmente el embotellado para ser comercializado.
Onésimo González, líder del proyecto afirma que del Viche salen muchas combinaciones entre las que se destacan el curao, que es una botella netamente medicinal que sirve para fortalecer el cuerpo, ya que contiene plantas medicinales de la región del pacifico.
“En este lugar, además de disfrutar y conocer el proceso del Viche, también podrán encontrar: cabañas, platos típicos de la región como: el ceviche de camarón, sudado de cangrejo y piangua, recorridos por la ensenada de Tumaco y los manglares de la zona; música del pacífico y pesca recreativa”, opinó Dery González Castillo, destilador del viche.
Con el propósito de salvaguardar esta tradición los hermanos González, quienes viven en esta zona rural de Tumaco, han decidido continuar con el legado dejado por su padre, tal cual como él se los enseñó y con la maquinaria tradicional.
Con el sonido del mar, la cadencia de los mangles, y el cantar de las aves de la región, Onésimo y los productores se levantan a las cuatro de la mañana a elaborar el viche que ha tenido espacios de comercialización a nivel local, nacional e internacional.
“La actividad del viche no tiene un horario fijo, aunque por costumbres nos levantamos a las cuatro de la mañana y trabajamos nuestra jornada hasta las cuatro de la tarde, dependiendo el volumen que se tenga del producto primario que es, la caña”, indicó el líder Onésimo.
“Para la elaboración del viche, primero se implementa el cultivo de caña, durante quince meses. Luego el corte y se debe moler dentro de 24 horas, separación de residuos sólidos. Enseguida viene el recipiente de fermento, dependiendo el volumen de caña puede estar en este proceso cuatro o cinco días”, explica Dery González.
“Finalmente se realiza el destilado simple, que es el calor, vapor y condensación, todo este paso dura tres meses y enseguida hace el embotellado y etiquetado para poner el viche en el mercado”, agregó.
Son más de ciento veinte productores del viche que convergen en las veredas: soledad, curay, sande, y olivo, para quienes este producto, de la mano de la pesca tradicional, se ha convertido en el polo de desarrollo económico de sus habitantes.