Esa historia de los cuatro hermanos indígenas que estuvieron 40 días perdidos en la selva del Guaviare, Colombia, después de sobrevivir a un accidente aéreo, le dio la vuelta a los portales más importante del mundo, llamando la atención de reconocidos escritores que llevarían este suceso a la literatura.
El periodista de investigación, uno de los más reconocidos de Colombia, Daniel Coronell lanza el libro ‘Los Niños del Amazonas’, “es un tejido de narraciones que lo obligan a uno a ceder en la razón y en las posibilidades de verificación, pero a la vez es un hecho que los militares quizás mejor entrenados en el mundo en labores de jungla no pudieron con lo que pudo un curandero indígena bajo la influencia del yagé”, explica.
Él mismo se confiesa pesimista; dudaba que estuvieran vivos, pero la búsqueda la lideró un experto piloto de guerra, el general Pedro Sánchez, comandante del Comando Conjunto de Operaciones Especiales, quien entendió que para que la “Operación Esperanza” tuviera éxito tenía que escuchar a los indígenas.
El otro protagonista del libro es José Rubio Calderón, del resguardo de Araracuara, de donde son los menores, y que fue quien los ubicó gracias al yagé y a su relación con la naturaleza.
En “Los niños del Amazonas” el periodista reconstruye esos frenéticos 40 días desde que una avioneta se estrelló en una selva inexplorada el 1 de mayo de este año hasta que los hallaron. Y quizás esta historia, llena aún de misterio y misticismo, pueda traer atención a la selva que atrapó a cuatro niños y que es capaz de expresar malestares.
Estos cuatro niños, que se refugiaban en la selva de las palizas que su padre y padrastro daba a su difunta madre, ahora están protegidos por el Estado pero Coronell, como todo el mundo, tiene un deseo: “ojalá la vida les entregue la oportunidad de ser felices como se lo merecen”.